Fecha: Jueves 2 de abril de 2020.
Autora: Beatriz Contreras, artista circense, en 2003 entró a la escuela de circo Le Lido, luego regresó a Chile donde realizó 3 años de formación en danza moderna en la Universidad de Humanismo cristiano, luego partió a la FLIC donde descubrió el trapecio ballant. Terminada su formación en la FLIC, partió a trabajar a París y comenzó a formarse con Víctor Fomin en Canadá. En 2015 tomó una formación en Francia que se llama “Trabajos en altura, obrero cuerdista”, consta de 5 semanas y un examen de la DPMC (Développement et Promotion des Métiers sur Cordes). Rigger en la Escuela de circo de Bordeaux.
Expositor: Paul Valle, rigger mexicano, estudió Ingeniería Industrial en la Universidad ITESO y Mecánica Industrial en el Politécnico. Es artista y director dentro de la compañía circense Cirko Alebrije en Guadalajara, Jalisco.
Asistentes: 28 personas aproximadamente
Antes de escribir mi opinión sobre la charla de este día, comenzaré por contarles un poco de mí para que conozcan de donde viene mi punto de vista y reflexión sobre este tema:
Mi nombre es Beatriz Contreras y comencé con el circo en Chile. En aquel entonces, seguía a mi profesor de tela a todos los cursos que impartía de forma gratuita. Mi manera de retribuirle consistía en hacer los anclajes de los aparatos circenses para cada clase. Al mismo tiempo que aprendía figuras y caídas en telas también aprendí la utilización de cintas, mosquetones y a hacer los nudos que se requieren para enganchar la tela. Este aprendizaje demostró ser de gran valor en mi carrera por lo que decidí continuar. En 2015, hice la formación “Trabajos en altura, obrero cuerdista,” un programa que se oferta en Francia bajo un esquema de cinco semanas de duración y el cuál finaliza presentando un examen por parte la DPMC (développement et promotion des métiers sur cordes). En virtud de haber adquirido este conocimiento, desde el 2016 trabajo con la Compañía. Les Filles du Renard Pale realizando instalaciones de cable tenso en espacios urbanos (por ejemplo, entre iglesias y municipios o a través de ríos entre otros montajes). Desde el año pasado, hemos podido realizar montajes que utilizan la cuerda en vez del cable gracias a que he aprendido esta técnica en mi trabajo con otra Compañía de nombre Gratte Ciel. Finalmente, en el 2019 comencé a trabajar como educadora de técnicas aéreas en la escuela de Circo de Bordeaux en el contexto de formación preparatoria a las grandes escuelas (lo que seria formación profesional) a la vez que trabajo como rigger en la Escuela de circo de Bordeaux. Este camino me llevó al programa de formación en rigging dentro del Centre National de Cirque de Chalons, actualmente pospuesta a causa del coronavirus.
En respuesta a la charla sobre seguridad y rigging acrobático que realizó Hablemos de Circo el Jueves 2 de abril de 2020, distingo dos temas importantes para seguir la discusión. El primero tiene que ver con la gestión de la salud en el espacio de trabajo, que debe entenderse tanto en el plano físico como mental. En segundo lugar, me gustaría proponer una reflexión en torno a cómo proporcionar ambientes de trabajo seguros. En ambos, me resulta útil abordar estos temas contrastando mi experiencia en Europa y en Chile.
Gestión de la seguridad y salud en espacios laborales
Desde mi experiencia, en el contexto francés se le llama a SST (Salvador Securista de Trabajo) al profesional capacitado para gestionar y asegurar la seguridad en espacios de trabajo. Este perfil requiere una formación obligatoria para trabajo en altura, prevención de riesgos y primeros auxilios en caso de accidente. Es obligatorio que uno de los empleados de cualquier empresa haya seguido esta formación, la cual debe renovarse cada dos años. Como contraste, en Chile este trabajo lo realiza el ‘prevencionista’ de riesgo, quien, a diferencia de Francia, es un profesional externo a la empresa. Independientemente, si es interno o externo, es fundamental que el profesional de la seguridad contemple y este preparado para actuar en los siguientes escenarios o situaciones: accidentes de trabajo, acciones preventivas y correctivas, condiciones inseguras o peligrosas, enfermedades, efectividad de equipos de protección personal y colectivo, entre otros.
Si observamos la variedad de escenarios anteriores podemos determinar que es de suma importancia el contar con un profesional capacitado para actuar en situaciones diferentes, tanto para atender accidentes y urgencias como para la prevención de riesgos. Así también, el profesional debe poder asesorar sobre el uso de equipos de protección y, sobre todo, anticiparse al uso que se les va a dar. Por ejemplo, las barandas en una gradería nos protegen de caer de tres metros de altura, pero no exigen conocimiento especializado para su utilización. En otro ejemplo, quienes montan un andamio con barreras de seguridad deben estar capacitados para el montaje, sin embargo, los trabajadores que suben al andamio no necesitan de este conocimiento para utilizarlo. Es decir, el profesional de la seguridad debe saber discernir tanto el uso que se le dará a los equipos como la capacitación que requieren los encargados del montaje y el usuario final.
¿Cómo entonces proporcionar ambientes de trabajo seguro?
Lo primero que se debe hacer para proporcionar ambientes de trabajo seguros es crear una política de seguridad y salud de acuerdo con lineamientos establecidos legalmente. Igual de importante será socializar esta normativa y difundirla hacia todos los integrantes de la compañía, promoviendo activamente su compromiso y participación.
Efectivamente, crear una política de seguridad implica lidiar con el marco legal de cada país. De nuevo, es ilustrativo observar las diferencias entre el contexto chileno y el francés. Para ilustrar estas diferencias podemos hablar específicamente del caso del rigging acrobático. El rigging acrobático es una especialidad que se ocupa específicamente de las cargas humanas y el manejo de equipos especializados para “hacer volar”. Este campo es de vital importancia. La comprensión profunda de los principios del rigging es esencial para garantizar la seguridad de los artistas circense y por consiguiente, de la audiencia.
En la charla de Hablemos de Circo, la artista circense, Julia Sánchez señaló que la realidad francesa es muy diferente a la realidad chilena. Concordando, el contraste que yo he experimentado en ambos contextos, en materia de rigging, es preocupante. En 2017, estuve a cargo de la organización de un festival de circo en Chile, en el cual impartí un taller de seguridad y montaje. En preparación, dediqué todo un mes a estudiar la normativa chilena, que me era totalmente desconocida. Logré agendar dos reuniones con Socorro Andino con el objetivo de obtener información sobre especialistas en el trabajo sobre cuerdas en el país. Encontré, por ejemplo, que en Chile es escasa la normativa que rige qué material se debe utilizar en trabajo de altura. En vista del gran riesgo que el arte aéreo implica, la carencia de información o normatividad es muy peligrosa. A mi parecer, esta situación responde a una problemática política que, aunque no proviene del circo, le afecta gravemente. En Chile, la industria minera ejerce gran influencia en la definición de medidas de seguridad ya que el trabajo dentro conlleva un alto riesgo. Gracias a que el equipamiento de protección individual corre a cargo de empresas mineras, estas mismas empresas se han encargado de debilitar las leyes de seguridad y así, abaratar costos en los materiales necesarios para los trabajadores. Esta situación se vuelve realmente preocupante al observar que los accidentes de trabajo tampoco los cubren las empresas mineras. Es importante entonces comprender cómo la normatividad en seguridad tiene efectos contiguos en diversos sectores laborales. La desprotección del trabajador minero impacta directamente la protección de la acrobacia aérea circense.
Contar con normatividad especializada en rigging es un trabajo pendiente en Chile. Esto imposibilita que las empresas o compañías circenses puedan basar sus decisiones en normatividad especializada en acrobacia aérea. Indiscutiblemente, no es lo mismo cargar 60 kilos de cemento que 60 kilos de un artista volando.
La normatividad en seguridad especializada para el circo debe contemplar cuestiones tanto básicas como, por ejemplo, las condiciones del espacio confinado, su evaluación y diagnóstico en materia de seguridad, además de los factores de riesgo ergonómico y psicosocial. Así también, es necesario observar las leyes y medidas de control y asesorarse por medio de programas de seguridad y salud en el trabajo. Finalmente, es igual de importante prever las condiciones de acceso para trabajadores con discapacidad o contar con estrategias para paliar la violencia laboral.
Finalmente, habría que notar la importancia de la gestión individual de la salud y la prevención de las lesiones por los mismos artistas de circo (además de la salud mental mencionada anteriormente). Si bien, esta responsabilidad recae quizás en la iniciativa de cada individuo, brindar asesoría e información es un punto clave. Un cuerpo preparado físicamente para responder a una situación de stress (en el estreno de un espectáculo, por ejemplo) disminuye considerablemente el riesgo de una lesión. Algo que podría apoyar este trabajo sería la inclusión de entrenamientos funcionales y de grupos musculares, además del seguimiento médico de un kinesiólogo combinado con una buena alimentación e hidratación.
Conclusión
En base a mi experiencia, hace falta mucho trabajo por hacer en el contexto de seguridad y salud. Tanto en el ámbito individual como en el contexto de políticas públicas, tal pareciera que no se le da la importancia suficiente. He podido observar que muchos artistas lesionados retoman su entrenamiento sin haber hecho un trabajo de recuperación. Así, el riesgo de volver a lesionarse se vuelve muy alto. Al mismo tiempo la normatividad existente, como en el caso de Chile, no es de fiarse. De mientras que este trabajo toma curso, es recomendable contar con información de fuentes confiables. Por lo pronto, no hay que fiarse de la normativa existente, sino en la medida de lo posible, comparar y tomar decisiones conscientes para disminuir los accidentes.
Eso quizás investigar e informarse en múltiples normativas. Pr ejemplo, en Chile las eslingas tienen coeficiente de seguridad de 3, o sea si dice 1TON la eslinga se romperá con 3 ton. En la normativa Europa, el coeficiente de seguridad es de 7, es decir, la eslinga que dice 1TON se romperá a 7TON y no antes…. Si compro la eslinga chilena, es indispensable hacer el siguiente cálculo: (Factor de ruptura eslinga chilena) 3 ton: 7 (coeff europeo)= 428 kilos. Por lo tanto, la eslinga chilena debería portar un máximo de 428 kilos. Otro caso de estudio son los arneses de trabajo. En Francia es obligatorio el arnés completo. En Chile se preconiza pero el arnés obligatorio es el arnés antiácidas como el siguiente: https://naisa.es/arneses-de-seguridad/574-arnes-anticaida-teide-80070-574011141.html
Concluyo invitando a una reflexión sobre las siguientes preguntas: ¿Cómo hacer una formación de seguridad y montaje con materiales que no son obligatorios en el país, que son materiales caros y en países donde la gente no tiene suficientes recursos? ¿Como encontrar información para su adaptación sin que eso signifique mayor riesgo para los trabajadores? ¿Cómo fortalecer la base legal para la protección laboral en Latinoamérica, de manera que se establezcan guías de buenas prácticas y espacios seguros? Sin duda, la respuesta a estas preguntas está en la colaboración de todos.
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